A día de hoy, las plagas de insectos u otros animales están completamente adaptadas a la vida en las ciudades y han aprendido a encontrar lugares aptos para su supervivencia en casi cualquier tipo de instalación. Por eso, hoy hablaremos de algunos de los espacios más propensos a la aparición de plagas, cuáles son las más comunes en ellos y a qué zonas de los mismos debemos prestar especial atención.
Fábricas e industrias
No es necesario que este tipo de instalación pertenezca al sector de la alimentación para que pueda sufrir la aparición de una plaga. Haya o no alimentos en ella, se trata de espacios en los que los roedores aprovechan cualquier hueco para entrar en busca de refugio: un desperfecto estructural, bajantes o zonas de acceso con puertas abiertas… Además de ser animales transmisores de enfermedades, se dedicarán a roer todos los cables que encuentren, pudiendo llegar a paralizar toda la cadena de producción y generar importantes pérdidas económicas.
Bares y restaurantes
Debido al movimiento constante de clientes y mercancías, y también al almacenamiento de las mismas, estos establecimientos son especialmente susceptibles a sufrir un ataque de plagas. En cualquier instalación o negocio donde se manipulen o almacenen alimentos, la limpieza y el control de plagas son dos aspectos fundamentales para asegurar las medidas de seguridad y salubridad.
Las plagas más frecuentes en estos espacios son las de cucarachas e insectos voladores, junto con las de roedores. Al tratarse de seres transmisores de microorganismos que pueden contaminar los alimentos y causar enfermedades, las tres son un peligro potencial para el consumidor. Lo más habitual es que se localicen en la zona de almacén o en las cocinas. Pero, si la infestación se descontrola, empezarán a aparecer también en otros espacios.
Hoteles
Al igual que sucede con el sector de la restauración y debido a la continua entrada y salida de personas, los alojamientos turísticos son espacios dados a sufrir plagas. La más común es la de chinches de cama, que suele afectar a las propias habitaciones del hotel. Pero, además de esta, existen otras plagas que pueden encontrarse en otras zonas: cucarachas, moscas, polillas, roedores… Presentes en las cocinas o despensas.
Debido a su gran resistencia y capacidad reproductiva, todas estas plagas se pueden extender rápidamente y dificultar la tarea de erradicar completamente el problema.
Centros educativos
Cualquier recinto educativo, ya sea un colegio, una universidad o una guardería, es un espacio propenso a diferentes plagas. Contar con zonas en las que se almacena, prepara y distribuye comida, además de áreas exteriores, aumenta las probabilidades de su aparición y posterior propagación. Los jardines, patios, gimnasios, cocinas y comedores… Son recintos a los que se debe prestar especial atención, ya que son lugares donde las plagas buscan alimento y cobijo, contaminando utensilios de cocina o material educativo. Las más habituales son las de cucarachas y roedores. Establecer medidas de prevención y control de plagas en estos espacios es de vital importancia, por el hecho de que los niños (sobre todo los más pequeños) son un colectivo susceptible de contagio.
Toda instalación debería aplicar medidas para evitar la aparición de estos molestos seres. Pero, en el sector de la restauración y en las empresas de alimentación, no es simplemente recomendable, sino de obligado cumplimiento. Esto quiere decir que no se debe recurrir a ello únicamente cuando surge un problema puntual, sino que la gestión preventiva debe ser continua de acuerdo con lo que establece la ley. Para ello, es imprescindible contar con una empresa de control de plagas que lleve a cabo revisiones periódicas.